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La
primera comunión es un momento importante para toda la
familia, un paso significativo desde la infancia hacía la
madurez, y como tal merece una fiesta memorable. Como
siempre, la organización de la celebración requiere mucha
atención a los detalles, mucha emoción y, para adaptarse a
los tiempos, algo de originalidad. |
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A fin de cuentas, la
fiesta sirve para celebrar no sólo que los niños reciben a
Jesús por primera vez, sino también la juventud y la ilusión. Pero ¿cómo
combinar una ceremonia tradicional con una celebración original y festiva? A
continuación te damos algunos ideas:
Como los invitados suelen venir bien arreglados de todas formas, podrás
convertir la fiesta en un "banquete de palacio". Decora con flores, mucho
blanco, plata y azul o amarillo. Canapés y tentempies elegantes. Crea unos
cócteles
elegantes con Mosto®, granadina y una fresa. Es una oportunidad perfecta
para enseñar a los niños como bailar el vals, ¡una actividad en la cual
pueden participar todos los invitados, tanto niños como mayores!
· Para una actividad y un regalo original, contrata a un
amigo artista o un caricaturista profesional para retratar a cada uno de
los invitados, regalándoles el dibujo como recuerdo de la fiesta. Fuente
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