Los integrantes de la reunión deben sentarse en círculo en torno a una
pila de regalos, generalmente obsequios de bazar, de esos que puedan
comprarse por un dolar o dos en las tiendas de ofertas. Para este
juego se necesitan también dos recipientes (platos de sopa, vasijas
hondas o símil) donde se colocan dos dados, es decir que habrá dos dados por
recipiente, y sólo dos recipientes. También se debe poner un tiempo, por
ejemplo diez minutos, con un despertador o temporizador de
cocina.
Al comenzar, dos invitados vecinos agitarán cada uno su recipiente y los
dados saltarán revelando un par de números. Si alguno de los
dados da seis, el favorecido debe tomar un premio a su antojo de la
pila. Si recibe dos seis, puede tomar dos regalos. Luego, el invitado de la
derecha deberá pasar el plato con los dados a su vecino de la derecha, y el
de la izquierda deberá hacer lo mismo con su compañero de la izquierda, es
decir que un plato girará en sentido de las agujas del
reloj, y el otro en sentido contrario. En un momento los regalos se
terminarán, y entonces llega la parte divertida: aquel que obtenga un seis
podrá tomar uno de los regalos de su vecino. Esto genera una atmósfera de
excitación y mucha risa, basta probarlo para comprobarlo. Por momentos,
alguien tomará un regalo de aquél e inmediatamente alguien se lo robará tras
haber obtenido un seis (al obtener dos seis, de nuevo podrán robarse dos
regalos a elección). El tiempo al acabarse dictaminará finalmente qué
regalo se ha quedado cada uno. ¡Diversión -o tensión- que aumenta
segundo a segundo. Fuente
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